Estructura social de los elefantes

La mayoría de los investigadores están impresionados con la estructura social del elefante. Tiene una estructura social bastante compleja en comparación con la de la mayoría de los otros animales, tienen una estructura social muy diferente, las hembras viven como un rebaño y los machos están en otro, las hembras tienden a pasar toda su vida en el mismo rebaño, por lo que están estrechamente relacionadas con los demás en la manada; ya que son todos hermanos, padres de las generaciones más jóvenes, tías y abuelos.

Las hembras son extremadamente sociales entre sí. Mucha gente asume que los elefantes están jugando cuando sueltan el chorro de agua y barro de sus trompas sobre su espalda, sin embargo, los investigadores creen que este tipo de comportamiento lo tienen con el fin de refrescarse del calor del sol e incluso como protectores solares.

A veces, es posible que alguno se salga de la manada  para formar un grupo más pequeño o aventurarse por su cuenta. Aun cuando esto ocurre siguen siendo muy agradables al ver de nuevo su rebaño. Los elefantes tienen una clara memoria, de modo que puedan recordar a aquellos que eran originalmente parte de su manada.

No sólo las hembras tienen una interacción constante con su manada, lo harán con los demás a su alrededor también, su territorio coincide con frecuencia con el de los machos pero se les permite estar por allí sin ningún conflicto mayor parte del tiempo. Los machos no andan por si solos desde el principio, este es un proceso que se desarrolla con el tiempo.

Los machos por el contrario tienden a vivir una muy vivos aislados, excepto cuando están en busca de una pareja. Como los hombres se hacen mayores, comenzará a viajar en los bordes exteriores del oído en vez de en el centro donde los jóvenes suelen ser menos. Luego se aventurará fuera por un par de días a la vez. Cada vez que esa cantidad de tiempo va a ir aumentando hasta que ya no regresan a la manada. Esto es cuando tienen aproximadamente 14 años de edad por lo que son parte de esta estructura social sofisticada por un tiempo muy largo.

Los machos son conocidos por formar rebaños de solteros, pero existe una gran cantidad de agresiones entre ellos. La lucha por el que dominará el grupo continúa de forma regular, esta tensión se cree que es la razón por la que muchos de los machos optan por dejar ese grupo y aventurarse por sí solos.

Las emociones de los elefantes son muy importantes también, son capaces de llorar al igual que los seres humanos. Pueden ser muy emocionales en momentos como el nacimiento de nuevos bebés y en la muerte de otros. Al igual que todos los humanos la atención es puesta en un nuevo bebé cuando nace. Cuando una mamá elefante resulta herida o muere; los demás intervendrán para ayudar y garantizar que las crías sobrevivan. Son muy buenos sustitutos cuando es necesario.

Los elefantes no son siempre animales serios, les encanta jugar y se ven a menudo haciéndolo dentro de sus rebaños. Son muy despreocupados, a veces, siempre y cuando sus necesidades básicas son satisfechas. Cuando el alimento es escaso o existe peligro el estado de ánimo de la manada pasa a ser muy protector y serio.

La inteligencia de los elefantes les resulta intrigante a las personas. El cerebro de un elefante pesa hasta 11 libras. Son capaces de identificarse a sí mismos en los espejos y definitivamente tener una idea de quiénes son como individuos, así como su lugar dentro del grupo.