La relación entre humanos y elefantes ha tenido sus altos y sus bajos, algunas personas los matan, pensando que cazar estos macizos animales les dará más emoción a sus vidas, a otros no les importa si los elefantes están casi extintos y los matan por el dinero de la venta de sus colmillos de marfil.
Sin embargo la mayor parte de las relaciones entre humanos y elefantes son de cooperación mutua. Todos hemos oído historias de estos animales siendo violentos y es que tenemos que recordar que los elefantes son animales salvajes, el hecho que nos hayamos acostumbrado a verlos alrededor de las personas no signifique eso que se han domesticado totalmente. El temperamento de los elefantes así como su personalidad es muy diferente en cada individuo.
En muchas áreas del mundo, como en Asia, los elefantes son animales de trabajo, y son bien cuidados, las hembras no tienen que trabajar una vez que están embarazadas y hay siempre comida suficiente para alimentarlos. Los elefantes tienen el trabajo de mover leños pesados y otros artículos en áreas dónde no hay ninguna maquinaria para hacerlo.
Aunque la mayor parte de los elefantes reaccionan muy bien a los humanos, nunca tolerarán a ser tratados terriblemente. Hay ataques a humanos por elefantes registrados que han sido cuidadosamente calculados y ejecutado por el elefante. Algunos de ellos han destruido pueblos enteros después de que su propia manada fuera atacada por humanos. Pueden atacar incluso al personal del parque zoológico y entrenadores del circo por no ofrecerles el cuidado.
Un dato interesante es que no existen casos de ataques de elefantes a humanos sin provocación a menos que el animal haya consumido alcohol, investigaciones sobre esto indican que cuando están intoxicados cambian de humor y dejan de procesar el pensamiento tal y como hacemos los humanos.
Existen también algunas historias heroicas de elefantes ayudando a los humanos, ya sea protegiéndolos de animales, incluso, a veces, de otros elefantes. Los elefantes han sido capaces de ayudar a los humanos durante desastres naturales, moviendo artículos pesados para llegar a las personas y rescatarlos. La mayoría de los investigadores están sorprendidos por estos actos. Esto indica que el elefante es un animal muy inteligente, capaz de experimentar las mismas emociones que los humanos.
Los humanos somos la única amenaza real de los elefantes. El hecho de que nosotros continuemos destruyendo su hábitat natural, dónde estos animales viven, los está eliminando. Gracias a los esfuerzos de muchos, así como la presión de grupos conservacionistas se están logrando cambios en los gobiernos y en la sociedad para detener esto, seguimos trabajando para mantener la población restante de elefantes vivos ahí fuera, en lo salvaje, sólo tiempo dirá si los esfuerzos son suficiente para lograrlo.
Sin embargo, la gestión de las poblaciones de elefantes en lo salvaje no es una tarea fácil, en algunas situaciones los esfuerzos entran en contradicción con otros grupos que intentan salvar a los gorilas en la misma área, y no hay comida suficiente para las dos especies por lo que uno de ellos tiene que ser relocalizado o probablemente morirían. Los humanos estamos interviniendo y estamos tomando las decisiones adecuadas para lograr el equilibrio de la naturaleza para todos.
Políticas eficaces son necesarias para esto, poder comprar la tierra necesaria para que los elefantes sean capaces de moverse y sobrevivir es importante. Los esfuerzos tienen que estar cuidadosamente enfocados a hacerlos prosperar en lugares donde no hay demasiados elefantes intentando competir por las mismas fuentes de comida.